El lugar que no existe
Como si fuera parte de un filme existe un lugar en Lima que sencillamente no existe. Ese punto muerto, olvidado, ignorado, soslayado o, quien sabe, atrapado en las telarañas de algún maleficio, no tiene acceso a los pedidos delivery de Pizza Hut. El servicio que más se acomoda (el de Pueblo Libre) llega “solo” a dos cuadras de la vivienda desde donde se hizo la llamada. Las motos (con las pizzas) están prohibidas a pasar del cruce de las avenidas Salaverry con Cuba.
Los telefonazos a los otros locales solo confirmarían que lo que hasta ese instante era para mí una calle más de Jesús María, en realidad era una isla que me alejaba de mi fast food preferido.
No hay problema, hay otras opciones, probemos con Domino´s, tiene un local en el mismo distrito, he visto uno de sus repartidores entregar a la casa del frente. Cuarenta minutos después de esperar por la hawaina lo único que toca a la puerta es el hambre.
No encontraron la dirección, se perdieron en el camino”, fue la “atenta” respuesta tras el auricular. Así me enteré (porque a mí se me ocurrió llamar) que la pizza (mi comida) yacía (fria), de nuevo, en su local de origen, y que para hacer el viaje de retorno debían pasar otros “10 minutos... aunque si la quiere caliente 5 más para volverla a meter al horno”.
Esa noche descubrí "el lugar que no existe". Y cambié la pizza por una Bembos.
Los telefonazos a los otros locales solo confirmarían que lo que hasta ese instante era para mí una calle más de Jesús María, en realidad era una isla que me alejaba de mi fast food preferido.
No hay problema, hay otras opciones, probemos con Domino´s, tiene un local en el mismo distrito, he visto uno de sus repartidores entregar a la casa del frente. Cuarenta minutos después de esperar por la hawaina lo único que toca a la puerta es el hambre.
No encontraron la dirección, se perdieron en el camino”, fue la “atenta” respuesta tras el auricular. Así me enteré (porque a mí se me ocurrió llamar) que la pizza (mi comida) yacía (fria), de nuevo, en su local de origen, y que para hacer el viaje de retorno debían pasar otros “10 minutos... aunque si la quiere caliente 5 más para volverla a meter al horno”.
Esa noche descubrí "el lugar que no existe". Y cambié la pizza por una Bembos.
posted by Angélica Camacho at
10:31 PM
8 Comments:
una especie de hoyo negro en plena ciudad...
¿no será que el lugar existe, pero lo que no hay es voluntad?
a la gente que entrega las pizzas me refiero.
No eres la única, a mi casa tampoco llega Pizza Hut.
Parece que Pizza Hut no se arriesga a que sus repartidores se pierdan en el camino, así sea por 2 cuadras...
oi angelica!
que saudade de voce!
agora nao vai dar tempo de ler os posts (em espanhol eh mais dificil!), mas eh claro que eu serei leitora assidua!
depois volto aqui para comentar com calma.
so queria dizer que fiquei muito feliz com essa noticia. bem-vinda ao mundo dos blogueiros!
bjinhos :D
La Pizza de las Bermudas.
A mi casa si llegan los deliveris. Pero me hiciste recordar que una vez con mi hermano llamamos a un pollo a la brasa a eso de las seis de la tarde y el bendito se apareció a las 11 y 30. Supongo que estaba caliente, no lo sé, el repartir fue tratado muy mal, le cobramos el hecho de tener que comer huevo frito con pan frances y antojo de pollo.
Por cierto, gracias por la visita.
Digler: Me pregunto por que no es un hoyo negro cuando se trata de los recibos... Exacto, falta voluntad. Gracias por visitar.
Pripilas: Ja ja, casi como si viviesemos en el averno. Ya somos dos.
Karina: Estou muito feliz, cuidese. Nos leemos.
Angel: Si, tan alucinante como eso. Vuelve pronto.
Chalo: Yo no lo recibo, eso es abuso total! De nada.
Hola Angelica
Si quieres te cambio, me no preferer Pizza Hut, pero en casa si, asi que... por mi ni que se asomen!
Slaudos.
Zorlak: Ja ja ja, pásame el teléfono.
Quedé feliz con tu visita y con dolor de barriga después del comentario.
Dragón: Dicen que Dios le da pan a quien no tiene dientes jaja
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