¿Peruanita bonita?

Hasta cuándo será que cuando salgamos fuera del país y abramos la boca para decir que somos peruanos los ojos del interlocutor se vayan directamente a nuestros dientes para saber si los tenemos completos (gracias Laura Bozzo, tu programa nos ha ayudado a lograrlo).

Es más, no solo eso, si por ahí eres más o menos atractiva se añade una cuota adicional de asombro porque “qué raro, la verdad que nunca había visto una peruana bonita”. No lo entiendo, ¿es que parecemos una especie de atrofiados por la naturaleza a los ojos del mundo (bueno para ser más exactos de otros latinoamericanos)?

Lo compruebo cada vez que me topo con una modelo y por ahí le hago la pregunta de rigor (solo para sustentar mi hipótesis): ¿alguna vez te han dicho que no pareces peruana cuando has visitado otro país? Y bla bla bla…

Sospecho que algo extraño está pasando. La mala imagen de los medios en forma de talk shows donde se ventila la vida privada de los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad, donde la educación y la apariencia brillan por su ausencia porque no tiene cabida en sus bolsillos ha calado a fondo en muchos de nuestros vecinos.

Esto se apoya aún más por el sector migratorio hacia los países latinos que básicamente es el mismo descrito líneas arriba en por su fácil alcance. ¿Cómo podría cuidar su físico una persona que no tiene los recursos y vive en condiciones adversas? Incluso hasta alguien que no haya nacido precisamente con los rasgos más delicados del mundo podría ser agraciada (o) si mantiene una alimentación saludable, cuida de si mismo, hace ejercicios, etc. Y viceversa. Ni nuestra Miss Mundo, Maju Mantilla, llamaría la atención viviendo, comiendo, trabajando como quienes se encuentran debajo de la pirámide.

Nuestra belleza es exótica, mestiza, mezcla de sangres, merece ser reconocida, especialmente por los propios peruanos. Digo yo, si no nos queremos nosotros pues menos el resto. ¿Peruanita bonita? Pues sí, y peruanito también.

PS: Feliz día Lima, tu belleza es más extraña aún pero vaya cuánto te quiero.