Echando un vistazo al 2006
Hasta aquí llegué cargando el equipaje de este año. Ahora mi propio ser pide rendir cuentas y no me queda más remedio que hacerle caso. En cierto modo me da miedo saber que solo avancé medio paso cuando debí haber dado uno.
Si de pronto llegase un extraterrestre a la tierra, me amordazara y me sacara a punta de cargas electromagnéticas (o de rayos piushadores como dice el Imberbe Muchacho) todo lo hecho en los últimos 12 meses no tendría más remedio que confesar que:
Nunca terminé de aprender a inclinarme para saludar al estilo japonés. Claro, si a los 6 ya estaba en clases de ballet donde la postura es lo más importante del mundo (y yo era la ichi ban, number one, la última coca cola del desierto, etc, etc) cómo diablos iba a bajar la espalda para saludar con normalidad? Máximo un leve movimiento de cabeza y esto es. Aún así mis amigos japoneses supieron soportarme y quererme… Es que soy irresistible je je.
No escribí tantos e-mails como hubiese querido. Me volví una verdadera marciana. El tiempo, el espacio y las circunstancias convirtieron mis manos en pesados bloques a la hora de escribir y responder mails a los cuatro amigos que todavía me quedan. Pido disculpas públicas a todos ellos (por gusto porque ninguno de ellos me lee nunca).
Gasté la mitad de mi salario en teléfono y chucherías. Sí pues eso de volverse adicta a algo es un problema. Y a mi se me pegó la maldita costumbre de llamar hasta para contarle a mis padres y a mi enamorado lo que había comido ese día… Mala idea, incluso peor cuando es a larga (larguísima) distancia. Las chucherías se refieren a esas golosinas que nunca dejé que falten en mi bolso.
No llegué a ir a Kyoto. Es casi tan dramático como visitar el Perú y dejar de ir a Cusco. Tan pero tan vergonzante que casi me compro una postal para pegar mi imagen en photoshop. Lo que más jode es que estuve a punto… pero el casi es no.
Llegué a perder el acento peruano. Sin darme cuenta claro está. Nunca fue mi propósito pero qué querían si no solo vivía en Japón, trabajaba rodeada de hispanohablantes de todo calibre (además de peruanos, argentinos, bolivianos, colombianos, españoles, mexicanos, dominicanos y hasta japoneses que hablaban español pero ¡con acentos diversos!) y compartía vivienda con dos amigas brasileñas.
Tuve dos hijos. De los cuales me siento orgullosa. Son tan míos como que salieron de mis arcas, luego de horas y horas, mejor dicho meses y meses de arduo trabajo. Pese a que en su partida de nacimiento dice Made in Japan ellos son ahora tan peruanos como su madre.
No voté ni en primera ni en segunda. Me alegro de no haberlo hecho (más en la segunda vuelta que en la primera). Me niego a suicidarme (al menos por ahora), en todo caso si he de morir prefiero que me maten. Claro que ese día trabajé de sol a sol.
Muté de color de pelo varias veces. Parafraseando al Chavo del 8 "lo hice sin querer queriendo", sucede que no siempre encontré el mismo tinte en vitrina, así que pude experimentar con mi cabello en castaño claro, naranja, chocolate, rojizo oscuro, melocotón, zanahoria cobrizo, etc, etc hasta que en septiembre el negro entró en mi vida para quedarse.
Conocí Okinawa. Unos días en esa bendita isla me renovaron por completo. Me sentí misma Bo Derek en el filme "10: La mujer perfecta", saliendo del mar con un bronceado perfecto y aspecto de sirena. No es que yo tuviera el bronceado perfecto y el aspecto de sirena pero el mar, ese sí que era igual.
Mi hijastro llegó a aceptarme. Me costó dinero, tiempo, paciencia, nervios, sudor y mucho más (casi hasta lágrimas) pero Argos, el angelical rottweiler de mi enamorado ahora me permite poder entrar a su casa (con él suelto) sin intentar saltar a mi cuello. Lindo él. Creo que llegó a rendirse ante mi sexapeel.
Volví al terruño. Luego de dos años de sentirme una extranjera al otro lado del mundo regresé para darme cuenta que aquí era ¡otra extranjera solo que disfrazada de peruana! Suena ridículo pero así fueron mis primeros días, mi etapa de readaptación a la sociedad.
Regresé al gimnasio. Mis músculos se reactivaron a punta de clases de baile. El regreso no fue fácil, al día siguiente me dolía hasta debajo de la lengua. Ahora no seré una experta pero por lo menos ya no piso a ninguna chica de la clase tratando de hacer las coreografías.
Se me cumplió el milagro. Él estuvo allí conmigo, me escuchó. Cómo agradecerle éste regalo... Él sabe lo feliz que fui en estos días. Tendría que hacerle un obsequio semejante, el único problema es que no me alcanzaría la vida misma.
Si de pronto llegase un extraterrestre a la tierra, me amordazara y me sacara a punta de cargas electromagnéticas (o de rayos piushadores como dice el Imberbe Muchacho) todo lo hecho en los últimos 12 meses no tendría más remedio que confesar que:
Nunca terminé de aprender a inclinarme para saludar al estilo japonés. Claro, si a los 6 ya estaba en clases de ballet donde la postura es lo más importante del mundo (y yo era la ichi ban, number one, la última coca cola del desierto, etc, etc) cómo diablos iba a bajar la espalda para saludar con normalidad? Máximo un leve movimiento de cabeza y esto es. Aún así mis amigos japoneses supieron soportarme y quererme… Es que soy irresistible je je.
No escribí tantos e-mails como hubiese querido. Me volví una verdadera marciana. El tiempo, el espacio y las circunstancias convirtieron mis manos en pesados bloques a la hora de escribir y responder mails a los cuatro amigos que todavía me quedan. Pido disculpas públicas a todos ellos (por gusto porque ninguno de ellos me lee nunca).
Gasté la mitad de mi salario en teléfono y chucherías. Sí pues eso de volverse adicta a algo es un problema. Y a mi se me pegó la maldita costumbre de llamar hasta para contarle a mis padres y a mi enamorado lo que había comido ese día… Mala idea, incluso peor cuando es a larga (larguísima) distancia. Las chucherías se refieren a esas golosinas que nunca dejé que falten en mi bolso.
No llegué a ir a Kyoto. Es casi tan dramático como visitar el Perú y dejar de ir a Cusco. Tan pero tan vergonzante que casi me compro una postal para pegar mi imagen en photoshop. Lo que más jode es que estuve a punto… pero el casi es no.
Llegué a perder el acento peruano. Sin darme cuenta claro está. Nunca fue mi propósito pero qué querían si no solo vivía en Japón, trabajaba rodeada de hispanohablantes de todo calibre (además de peruanos, argentinos, bolivianos, colombianos, españoles, mexicanos, dominicanos y hasta japoneses que hablaban español pero ¡con acentos diversos!) y compartía vivienda con dos amigas brasileñas.
Tuve dos hijos. De los cuales me siento orgullosa. Son tan míos como que salieron de mis arcas, luego de horas y horas, mejor dicho meses y meses de arduo trabajo. Pese a que en su partida de nacimiento dice Made in Japan ellos son ahora tan peruanos como su madre.
No voté ni en primera ni en segunda. Me alegro de no haberlo hecho (más en la segunda vuelta que en la primera). Me niego a suicidarme (al menos por ahora), en todo caso si he de morir prefiero que me maten. Claro que ese día trabajé de sol a sol.
Muté de color de pelo varias veces. Parafraseando al Chavo del 8 "lo hice sin querer queriendo", sucede que no siempre encontré el mismo tinte en vitrina, así que pude experimentar con mi cabello en castaño claro, naranja, chocolate, rojizo oscuro, melocotón, zanahoria cobrizo, etc, etc hasta que en septiembre el negro entró en mi vida para quedarse.
Conocí Okinawa. Unos días en esa bendita isla me renovaron por completo. Me sentí misma Bo Derek en el filme "10: La mujer perfecta", saliendo del mar con un bronceado perfecto y aspecto de sirena. No es que yo tuviera el bronceado perfecto y el aspecto de sirena pero el mar, ese sí que era igual.
Mi hijastro llegó a aceptarme. Me costó dinero, tiempo, paciencia, nervios, sudor y mucho más (casi hasta lágrimas) pero Argos, el angelical rottweiler de mi enamorado ahora me permite poder entrar a su casa (con él suelto) sin intentar saltar a mi cuello. Lindo él. Creo que llegó a rendirse ante mi sexapeel.
Volví al terruño. Luego de dos años de sentirme una extranjera al otro lado del mundo regresé para darme cuenta que aquí era ¡otra extranjera solo que disfrazada de peruana! Suena ridículo pero así fueron mis primeros días, mi etapa de readaptación a la sociedad.
Regresé al gimnasio. Mis músculos se reactivaron a punta de clases de baile. El regreso no fue fácil, al día siguiente me dolía hasta debajo de la lengua. Ahora no seré una experta pero por lo menos ya no piso a ninguna chica de la clase tratando de hacer las coreografías.
Se me cumplió el milagro. Él estuvo allí conmigo, me escuchó. Cómo agradecerle éste regalo... Él sabe lo feliz que fui en estos días. Tendría que hacerle un obsequio semejante, el único problema es que no me alcanzaría la vida misma.
¡Diviértanse a más no poder!, ¡reciban el 2007 con su mejor sonrisa! Todo lo mejor para ustedes, y gracias por estar siempre allí... ¡Feliz Año del cerdo! !Miles de abrazos!
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17 Comments:
FELICIDADES para TI!!! no puedo comentar mucho, porque no estoy en mi casa, y toda fresca estoy gorreando, te mando un fuerte abrazooooooooooooo!!!
asi que al fin Argos atraco!! que bueno!!!! ;o))
y en el 2007 mas fitness, sigue asi!! jiji, intentare seguir tu ejemplo!!
un abrazooooooooooooo
jaaaaaaaaaaaaa... solo pasaba por aqui, asi que me detengo, toco tu ventana, sales y te digo, "hola amiga, estás bien, se te ve muy bien... espero que sigas mejorando con el tiempo, como el buen vino..."
chauuuuuuuuu... FELIZ AÑO 2007!!!!!!!
Angélica,
Quedo feliz por el milagro!
Un lindo 2007 e gracias por su amistad (aún que virtual, jeje)!
hey Angelica, que te vaya de la PM ( de la tarde) todo el año y con los años piuschadores vamos a revetar todas las cosas negativas que vengan
Que buen recuento, a ver si te poner la foto donde estas misma Bo Derek (para ver el mar, digo yo)
Un abrazo
Hola Angélica,
Ves que la buena vibra ayuda?
Papa Noel cumplió uno de mis deseos y toda la vibra positiva que se necesitaba de acuerdo a tu ultimo post alcanzó para materializar tus deseos.
Deseo que tengas un tremendo Año 2007 y que todas,absolutamente todas tus ambiciones (caras y baratas) se materializen pronto.
Un fuerte abrazo
Schatz
Que buena...
Hay muchas cosas que me dejan pensativo como que ahora sacaste musculo debajo de la lengua? Eres madre? Anda! No believing... no? Y tb tienes zapatillas fosforescentes?
Por un momento te imaginé con el cabello color rojizo como el del cuento de Chnasky y la tía raspadilla. No!!!
Y esa pistola de Imberbe Muchacho suena más a... mejor lo dejamos ahí.
Jajaja.
Feliz 2007, Angie.
Slaudos nuevo-añeros.
parece que fue un buen año, deseo que el que está iniciando sea mejor para ti. un abrazo. ;)
Que buen año, asi parece, no te estabas quejando no?, ya quisiera yo hacer unas de esas cosas que hiciste como viajar, cocinar...?, se aceptan indocumentados?...
Me has hecho recordar que debo volver al gym lo deje estos ultimos dias, disque ocupaciones laborales y amicales que agobian por estas fechas...
Espero la hayas pasado muy bien!...
Pensaba hacerte recordar tus zapatillas fosforecentes pero ya el dragón se adelantó. ¿Terminarón el edificio desde el cual te divisaban esos rudos obreros?
Que tengas un lindo año.
Un beso
Ana Lucía: Gracias por el abrazo, yo te envio uno mayor. Y si, Argos acabó siendo un poco amigable conmigo... en el fondo siempre le gusté ji ji :)
George: En verdad estoy contenta, presiento que este año haré muchas cosas. Te agradezco por el saludo y antes de que partas te doy un abrazo.
Paulo: Todo es posible, lo descubro dia a dia. Soy yo la que tiene que agradecerte, es bueno verte siempre por aqui.
Imberbe muchacho: De pronto me siento super segura y positiva (serán los rayos puishadores?). Creo que algo bueno vendrá.
La foto? Hummm... naaa, mejor solo mira la película ja ja.
Schatz: Papá Noel te escuchó!! Para mi que tu tienes vara con él ja ja... Bueno, a mi también me escuchó Él, aún cuando parecía estar casi abandonada.
Gracias por los deseos, y pido el doble para ti.
Dragón: No saqué músculo debajo de la lengua solo me quedó adolorido al principio.
Sí, soy una madre... estoy encantada con mis hijos.
Ah! mis zapatillas, mis favoritas, olvidé mencionarlas (claro, olvidé más cosas).
Por favor no me digas tia raspadilla que yo soy una adorable criaturita... je je
Feliz 2007!
Carlox: Lo mismo quiero yo, gracias por tus palabras. Y que este año compongas muuchos temas más!
Lechuga: No me quejaba, al contrario, pero tampoco dejo de ver lo que olvidé hacer.
Igua que tu yo dejé en stand by el gimnasio en estos dias... No veo las horas de volver.
Gracias, lo pasé muy bien.
Perro andaluz: Aún no terminan, no se por qué están demorando en esa construcción. Felizmente ahora hay menos trabajo-espectadores.
Que lo mejor esté por llegar a tu vida. Gracias por el saludo.
siiii las zapatillas fosforecenteeeeeees
no pierdas el acento
y sigue sintiendote orgullosa!
La verdad es que haz hecho multiples cosas importantes este año que pasó y lo que no lograste hacer, muy seguro que este año lo harás.
Gracias por tu cariñoso saludo y tambien deseo lo mejor para ti en este 2007
Cariños
Alfredo: Por lo visto la fama de mis zapatillas trasciende fronteras ja ja... Te cuento que estoy en proceso de recobrar el acento. Ya no se rien tanto cuando abro la boca.
Tizia: Hice mucho pero me falta taaaanto por conocer y aprender que a veces me siento chiquitita. Gracias, yo creo que a ti también te irá lo máximo!
pero si aprendiste a comer con palitos (ohashis) minimo...y si no pos tienes el 2007...もう一度はじめる
Aprovechare entonces el tema de este Blog, que refiere a acontecimientos, logros y hasta anecdotas, para agradecerte por los saludos, muy amable de tu parte, para tambien reflexionar, "Otra vez" y comparar (De forma amena y de buena gana) que te sucedio y que me sucedio, sin intenciones de medir estaturas, solo con esas mis mas ganas con las que pude leerte. Las mias son "R" y eso no me deja un buen saber, quisiera que fueran algo, un tanto dulces, como las tuyas.........
Agustin
Jhanus: Aprendí, sí... después de ver pasar por los aires mi comida muchas veces ji ji... 歓迎, welcome, bienvenido!
Agustin: De cualquier modo el tiempo nos hace aprender queriendo o no queriendo, a veces golpeando otras jugando con nuestras vidas.
Un salud para que el 2007 sea mejor!
Oi, Angel! Adorei sua retrospectiva 2006!
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