¿Será una buena idea?
Ni estoy embarazada ni estoy planeando hacerlo pero igual me ha estado dando vueltas en la cabeza el asunto de qué futuro podría darle a mi adorado heredero algún día. Saltándome factores como el qué, por qué, cuándo, cuánto, cómo, etc., de frente me voy al celebérrimo (y problemático) “dónde”.
No me refiero exactamente a que si quiero probar con un parto acuático en la tina de mi casa o algo así sino más bien al territorio que le daría la consabida nacionalidad. Y me asalta la duda: ¿aquí o un poco más lejos?
Antes de que me empiecen a caer tomates y me tilden de huachafa me apuro a darles mis motivos del porqué quiero y temo que mi hijo nazca peruano:
Lo mejor de ser uno de los nuestros es que podrá sobrevivir dondequiera que esté años después, el Perú nos prepara para lo peor y por eso mismo disfrutamos más lo mejor. Somos supervivientes en su gran mayoría, precisamente por eso podemos convertir piedras en plata si le ponemos punche.
Nos maleteamos tanto desde chiquitos que de grandes hemos desarrollado un humor ácido y nos colgamos del racismo para hacer nuestros chistes. Calculo entonces que ya estará curado de cualquier tipo de discriminación (casi casi llevamos coraza) .
Como somos cariñosos tengo por seguro será partidario de los “itos” e “itas” al hablar, y si de comida o geografía se trata pues olvídense será un hombre o mujer feliz y orgulloso.
Pero temo que lleve el pasaporte guinda por algunas otras razones igual de contundentes:
El primero es que ese mismo pasaporte no le permitirá salir o tener acceso a la comunidad internacional con facilidad. Las embajadas sospechan de sus propietarios (“el peruano no va de visita, va a quedarse”, mascullan).
La informalidad y la filosofía del “sálvese quien pueda” (primero yo, después yo, luego yo) no es un buen legado para él (o ella) pero es lo que tenemos hasta hoy, nada de qué orgullecerse.
Y por último, para hacerla corta, tampoco me gustaría verlo crecer entre machismo y cucufatería.
Como sea, creo que lo ideal es que sea globalizado desde niño, un peruano del mundo. Pero para eso falta, falta antes que pueda conmigo misma.
Foto: www.dormirsinllorar.com
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